Aceptar tu cuerpo puede resultar una de las tareas más complejas de llevar a cabo si no lo trabajas en la dirección adecuada.
Son muchos los motivos por los que podemos vivir a disgusto con nuestra imagen y sea cual sea el motivo, es una verdad universal que, cuando no nos sentimos a gusto con nuestro físico, sufrimos, y no solo sufrimos por nuestra propia evaluación sobre él, sino que también sufrimos por la evaluación que hacen -o mejor dicho- pensamos que hacen, los demás.
Una de las primeras claves para aceptar tu cuerpo es comprender que existen dos tipos de evaluaciones: la tuya (autoconcepto) y la de los demás (imagen en sociedad) y ambas deben trabajarse por igual.
Tu evaluación
Muchas personas y también profesionales recomiendan decirse cosas bonitas delante del espejo para aceptar nuestro físico, pero déjame decirte que este ejercicio puede ser contraproducente para algunas (muchas) personas. Si decides ponerlo en práctica y lo que sientes es que estás tratando de autoengañarte, esta opción no es para ti.
Lo que ocurre es que el verdadero cambio no se realiza forzando situaciones, el verdadero cambio puede tardar en llegar años y se realiza desde un lugar mucho más profundo: el plano emocional.
La aceptación de tu físico empieza por conectar de forma sincera contigo mismx. Una vez logres la aceptación sincera, lograrás cambiar la visión que tienes de tu envoltorio.
Reflexiona: ¿Lo que haces/piensas te acerca o te aleja de tu aceptación?, ¿te focalizas en lo que no te gusta?, ¿estás trabajando tu autoestima?
La evaluación de los demás
Cuando creemos saber qué es lo que opinan los demás sobre nosotros, estamos actuando como si fuéramos capaces de leer mentes, cuando en realidad, se nos olvida que todos y cada uno de los pensamientos que les otorgamos a los demás, son en realidad nuestra propia opinión. Este hecho se llama en la psicología proyección y es considerado un mecanismo de defensa que nos ayuda a distanciarnos de los pensamientos negativos que, en este caso, tenemos con respecto a nuestro cuerpo.
Además, la opinión que creemos que tienen los demás sobre nuestro físico, siempre lleva asociado un pensamiento de carácter emocional, que es lo que verdaderamente nos hace daño.
Veamos un par de ejemplos:
Para David, a ojos de los demás, su sobrepeso es sinónimo de no ser capaz y para Amaya, haber sufrido un episodio traumático la convierte en débil.
En realidad, estos juicios no los están haciendo los demás, sino que son pensamientos irracionales de David y Amaya con respecto a su físico. Ellos se sienten así o sienten miedo de llegar a sentirse así, pero son pensamientos tan dolorosos, que para evitar sentirlos de una manera muy intensa lo que hacen es proyectarlos en otras personas y así consiguen que, desde la distancia, no les hagan tanto daño.
Es importante que encuentres estos pensamientos más profundos para poder trabajar tu aceptación.
Reflexiona: ¿Qué importancia le das a lo que opinan los demás sobre tu imagen?, ¿lo que piensas sobre tu físico, es lo mismo que lo que crees que piensan los demás?, ¿te has parado a reflexionar sobre los pensamientos que asocias a tu imagen?
El camino hacia la aceptación
Como ya he comentado, la aceptación puede llevarte años, es un trabajo diario lleno de altibajos, de días en los que el espejo será tu peor enemigo y días en los que te parecerá que te has reconciliado con él para siempre.
Existen unas fases que describen, a grandes rasgos, el camino que hay que recorrer hasta llegar a la aceptación, son las siguientes:
¿Qué es lo que puedes trabajar a un nivel profundo desde hoy mismo?
La lista podría ser mucho más extensa y específica si analizáramos tu caso en concreto. En un proceso psicoterapéutico podríamos realizar un análisis mucho más profundo y por lo tanto, trabajar muchos más aspectos, como por ejemplo, condicionamientos de situaciones pasadas, pensamientos irracionales, autosabotaje... etc.
Como decía al principio del artículo, aceptarse no es una tarea fácil. Por este motivo, si llevas tiempo sufriendo, quizás deberías plantearte pedir ayuda a un profesional.
Como experta en aceptación de autoimagen, puedo ayudarte a conseguir tu objetivo. Ponte en contacto conmigo y realizaremos una primera valoración conjunta de forma gratuita.
“Tu cuerpo no es lo que eres, es solo el envoltorio de lo que eres”
Marta Aguado
Colegiada 19934